LECTURAS



El Primer Shankara dijo:


No hay fuente más excelente de la alegría que el silencio, libre de las imágenes de la mente. Beber en la esencia alegre del Ser, tanto si estamos andando, parados, sentados, acostándose, o en cualquier estado, permite a un hombre que posee la sabiduría morar libremente, regocijándose en el Ser Supremo. Ni el lugar ni el tiempo, ni la postura, ni la posición, ni cualquier otra regla, es la causa de la liberación de la esclavitud. La iluminación del Ser Supremo es la única regla de la vida.



El hombre se ha separado más y más de La Fuente de la Creación y tiene que encontrar su vuelta. Es por esto que se han diseñado las distintas técnicas. La piedra angular es que él tiene que llegar a ser el observador. Los ojos, por ejemplo, no observan por ellos mismos, necesitan la organización sensorial, la organización sensorial observa los ojos e informa al intelecto que le dice qué esta viendo este sentido. Pero el intelecto a su vez es observado por el ego y el ego es observado por el Atman o Ser Real. Solo el Atman no es observado por nadie. La casa donde vivimos es muy grande y tiene siete habitaciones: primero el salón (el cuerpo) después el comedor donde se come, el pasillo, la habitación de juegos, el estudio, y el dormitorio, pero en todas estas habitaciones el hombre puede ser interrumpido y perder su paz. Así pues comenzad a ver la existencia de la Séptima habitación donde la paz no puede ser alterada. La meditación es el mejor camino para llegar a esa Septima habitación, desapegarse de todo y solamente observar.